Ahora sí que sí. Ya el fin de año está a la vuelta de la esquina y no hay escapatoria, cenas, regalos, ropa de los niños, tarjetas navideñas, arreglar la casa… miles de cosas que hacer en un mes y con el cuidado de no pasarnos con las cuentas, asi es, navidad es la época mas alegre del año y la mas estresante aunque no lo parezca a primera vista.
Para que este año no vuelvas a sufrir por las prisas, los empujones y la autoexigencia, queremos darte unos consejos que van a ayudar a que tus días tengan menos estrés y que así tu sistema nervioso no se altere y puedas preocuparte por gozar de los reencuentros y las muestras de cariño con las personas cercanas a tu corazón.
El gran causante del estrés en estas épocas resulta ser la lucha entre la realidad y la expectativa, así que vamos a enfocar la situación en esa eterna lucha que es al final el origen del estrés festivo.
Regalos
Los regalos se han acabado convirtiendo en un: yo te doy porque tú me has dado o me vas a dar.
Lo principal en esta época del año no es lo que se da, es la muestra de que estamos entregando una muestra de afecto a una persona por la que sentimos aprecio o amor, convierte el acto de dar en el acto de entregar una parte de ti, no te estreses por el costo, no sacrifiques tus finanzas y busca algo significativo, puede ser algo hecho en familia, una foto en un bonito marco, etc., recuerda que lo importante es que en el regalo vaya una verdadera muestra de tus sentimientos a la persona o familia que lo recibe.
Recuerda, regalar no es una competencia de precio, no se trata de quien da lo mas caro se trata de mostrar nuestro afecto y de recordarle a esa persona lo mucho que nos importa.
Por ello si no tienes ni tiempo ni dinero para regalar lo que crees que la otra persona espera, no debe preocuparte esa presión que el entorno donde vivimos nos exige, recuerda que lo importante de las fechas es demostrar cariño a nuestros seres queridos y la medida del amor no es la billetera.
Reuniones de temporada (como invitado)
Cenas de trabajo, reuniones familiares, con amigos y grupos a los que pertenecemos, esta es una temporada de reuniones con todo tipo de personas y grupos, muchas veces estas reuniones implican el estrés de ¿que va a pasar? Ya que a estas reuniones pueden asistir personas con las que no nos encontramos en la mejor relación.
Trata de ver esto como una oportunidad, si la navidad es un momento de hacer aflorar los mejores sentimientos, procura recordar que con esa persona pueden tener buenos recuerdos, trata de traer esos momentos agradables a la mente, recuerda también que en esa reunión hay otras personas y como una muestra de aprecio a ellos puedes mostrar tu mejor actitud, no se trata de buscar una reconciliación pero si procurar un momento agradable para todos.
Reuniones de temporada (como anfitrión)
Si en cambio eres tú quien organiza la reunion, el estrés o el malestar se pueden producir por la autoexigencia porque ese encuentro es una “prueba” que va más allá del marisco, los entremeses o la pata de cordero al horno.
¿Me van a criticar? ¿Mi familia política me va a aprobar? ¿todo saldrá según las expectativas? ¿Se podrán llevar bien todos?
Si estas preguntas circulan en tu mente puedes hacer una lista de las personas que para ti es importante ver en estas épocas e invitarles en grupos mas pequeños, muchas veces reunir a un grupo muy grande suele salirse de nuestras manos, reúne a las personas que consideras comparten gustos o historias similares o complementarias y disfruta de veladas mas intimas con ellos, de esta forma podras manejar mejor la situación evitando mayores niveles de estrés.
El estrés en la pareja
Siempre va a existir que un miembro de la pareja quiere gastar hasta lo ultimo mientras el otro esta pensando en los gastos del nuevo año, uno quiere ir a la fiesta con los amigos y el otro necesita ir a la reunión navideña del trabajo, en pareja siempre hay diferencias, para esto es importante que antes de dinamitar el bolsillo o dejar de ir a una u otra reunión se sienten como pareja y establezcan su presupuesto y plan para las fiestas logrando un equilibrio que beneficie a todos, recuerda que lo mas importante es la armonía de tu familia y establecer el equilibrio será fundamental.
En enero notamos un aumento bastante importante de demandas de parejas después de fin de año, esto es producto de no buscar el equilibrio.
Propósitos de año nuevo
Estas fechas las impera una especie de ilusión y esperanza que nos puede jugar malas pasadas. El frenesí de nuestro día a día nos planta a mediados de diciembre sin saber muy bien cómo hemos llegado hasta allí y una pregunta retumba en nuestra cabeza: ¿he malgastado otro año? Una sensación que nos empequeñece y puede llegar a angustiarnos. Tiene su parte positiva y negativa.
La parte negativa recae sobre las expectativas, que deben ser realistas, las evaluaciones que hacemos van a depender del estado emocional. Cuando uno empieza el año nuevo tiene la expectativa de que van a ocurrir demasiadas cosas: voy a hacer deporte, dejar de fumar, encontrar la mejor pareja, viajar mucho, etc. Son demasiados objetivos para un solo año. Conseguirás que pasen dos o tres acontecimientos relevantes mientras vamos construyendo un proyecto vital, que es lo que de verdad importa. Ese proyecto vital es nuestro plan de vida particular que construimos con nuestras decisiones y vemos cómo avanza y se conforma año con año. Si hacemos esa reflexión anual de un punto A a un punto B es cuando ves el cambio. En lugar de pensar en lo que no pudiste lograr piensa en lo que si conseguiste de un año a otro, por pequeño que sea y con eso prepara tu nuevo plan de año nuevo.
La parte positiva de los propósitos es que al fin nos dedicamos tiempo para reflexionar sobre el devenir de nuestra vida, los propósitos son una mirada hacia dentro, hacia cuidarse. Es una introspección. En el día a día estamos ultraestimulados por nuestras obligaciones sin pararnos a pensar mucho en si realmente lo que hacemos nos complace. La reflexión de hacer balance con nuevos propósitos es una mirada interna para mejorar luego hacia fuera. Si por el contrario buscamos factores externos para que nos influyan en nuestra vida, dejas de controlar lo que está por venir.