El concepto de dificultades de aprendizaje (DA) es muy amplio y abarca cualquier dificultad notable que un niño encuentra para seguir el ritmo de aprender de sus compañeros de edad. Esta dificultad puede manifestarse en un área o campo determinado: lectura, escritura, cálculo, lenguaje…
Cuando un niño sufre un trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad hay que tener bien claro que no se trata un retraso mental ni falta de inteligencia en el niño. Tampoco se trata de niños vagos ni desmotivados, sino que este trastorno puede darse en personas de cualquier nivel de inteligencia.
• ¿Se da igual en los niños que en las niñas?
En la población pediátrica, se identifica el TDAH más en varones que en mujeres, pero se da en ambos sexos. La cuestión es que los síntomas asociados son muy diferentes entre ambos. Las niñas no suelen tener problemas de conducta y suelen acudir a consulta de Psicología o Pedagogía por presentar problemas de aprendizaje y bajo rendimiento escolar. Por el contrario, en los varones predomina el subtipo hiperactivo- Impulsivo o bien de tipo combinado (Déficit de atención e Impulsividad), subtipos que suelen ir acompañados de conducta disruptiva en el aula y falta de cumplimiento de normas en la familia.
• ¿Se manifiesta de la misma manera en todas las personas?
No, el TDAH es un trastorno complejo, cuyos síntomas están presentes en muy distinto grado en cada persona. No existe un único TDAH, sino diferentes sujetos que padecen TDAH.
• ¿Cómo evoluciona el TDAH?
Se estima que más del 80% de los niños que presentan el trastorno continuarán padeciéndolo en la adolescencia, y entre el 30-65% lo presentarán también en la edad adulta. El diagnóstico a una edad temprana y la realización de un tratamiento multidisciplinar adecuado, condicionan el pronóstico y su evolución.
• ¿Es bueno castigar a los niños con TDAH?
Se ha demostrado que el castigo sistemático que suelen recibir los sujetos con TDAH es ineficaz y perjudicial en su educación con consecuencias negativas para su autoestima. En la mayor parte de los casos, les supone una forma de represión injusta que les incapacita para aprender las normas de comportamiento. Por otra parte, su propia inquietud es muchas veces confundida con una mala conducta, lo que lleva a castigarles en exceso sin motivos reales, creando una adaptación o costumbre al castigo.
• ¿Es culpa de los padres el TDAH de su hijo?
No, los padres no tienen la culpa. Los padres no tienen ninguna culpa en el trastorno que presenta su hijo, sería como culpar a los padres por que su hijo padece de epilepsia. El TDAH no se produce por desacuerdos entre los padres, ni por separación o divorcio, ni por el nacimiento de un hermano menor, ni porque la madre o el padre se ponga a trabajar, o porque trabajen mucho y pasen poco tiempo en casa, ni por tener niñera, ni porque le cambien de colegio, ni porque le cuiden sus abuelos.
• ¿Son todos los niños con TDAH rebeldes, con conductas de oposición a la autoridad y desafiantes?
Estas conductas son muy frecuentes en los niños con TDAH (dificultad para obedecer y cumplir normas, contestan a los adultos, parecen no escuchar cuando se les manda hacer algo, discuten o interrumpen con frecuencia). Esto se debe a que estos niños tienen dificultades para percibir su propia realidad y la de su entorno, lo que provoca que se sientan incomprendidos y ‘reprimidos’ ante cualquier intento de corrección y reaccionen de esta forma.
• ¿Qué cosas pueden mejorar o empeorar un TDAH?
Existen varios factores que ayudan a una buena evolución del trastorno como son el diagnóstico precoz, una educación coherente y competente por parte de los padres o la transmisión de valores positivos y estabilidad familiar.
Por el contrario, los siguientes factores pueden empeorar el pronóstico de TDAH: un diagnóstico retardado o una educación demasiado permisiva o severa por parte de los padres.
• ¿Qué puede suceder con un adolescente cuyo TDAH no haya sido tratado en la infancia?
El adolescente con TDAH que no reciba tratamiento durante la infancia tendrá unos síntomas más marcados y podría mostrar otras alteraciones asociadas como dificultades para organizarse escolar y personalmente o empezar múltiples proyectos de forma simultánea, pero rara vez terminarlos o la tendencia a realizar conductas de riesgo: alcohol, adicción a sustancias, conducta antisocial…
• ¿Qué puede hacer el colegio con los niños con TDAH?
Conocer el problema para poder comprender e intervenir adecuadamente. Esto implica asesorar a los padres en la búsqueda de un especialista adecuado para el niño y comprender las necesidades específicas del niño. La colaboración entre colegio y familia es fundamental para un tratamiento efectivo.